DEFECTOS DE UN EGO

Estas en todas partes. En cada mirada, en cada sonrisa, en cada sombra, en cada palabra, en cada sensación que recorre mi cuerpo.
Me siento atrapada en algo sin sentido ni lógica, mágico, clandestino tal vez, oculto, un esbozo de recuerdos, un garabato sutil, pero permanente, constante, imborrable, perturbador incluso. Solo tu. Tu, y tu, y tu, y mas tu.
Desistí hace tiempo de la idea de sacarte de mi, porque cuanto mas lo intentaba mas circunstancias, y hechos, y momentos, y palabras, y sensaciones, y encuentros, me llevaban hasta ti. De nuevo y solo a ti. Me rendí ante la desesperación de tu perpetuidad en mi mente, me acostumbre al cariño.. no no... a la ternura... no, tampoco.. a la cordialidad, como mucho, de tu dulzura, de tus pensamientos, y sin querer te voy haciendo mía cada vez que te pienso.

Y cuanto creí poder controlar, acabara por controlarme.
No se puede guardar el deseo bajo la piel, ni las ansias por tener, ni el anhelo por compartir.
Y cada vez que pienso en decirte, pierdo fuerzas y convicción.
Con cada ilusión que te dedico, reafirmo que no es lo que quiero.
Pero no se me quita el estúpido palpito de sentirme tan cerca de ti al saberte tan lejos.
Y sin que importe sigues ahí, tu nombre al lado de una inacabable lista de "peros", entre contradicciones y escusas, entre ganas y miedos, entre palabras tópicas y sentimientos únicos, camuflada tras la brevedad de un "hola" y un "adiós".

No te confundas, por favor.
Solo por tener tu silueta grabada en mis pupilas, por retener tu voz en mi corazón, por entender el tuyo, por imaginarte sonriendo entre mis brazos, y no pretender nada mas que eso, tu sonrisa, no cometas el error de llamarlo amor.
Esto, no es amor.