DEFECTOS DE UN EGO

Ante todo confesar que ha sido algo irreflexivo e impulsivo, un acto inconsciente y forzado por una sucesión de encuentros y conversaciones que me han llevado a reabrir mi propia caja de Pandora.
Y hoy, pago las consecuencias con horas y horas de ronroneo melancólico.
Hoy sufro de nostalgia.

Me pesa la alegría de recuerdos únicos, de cartas escritas que nunca envié, fotos que confirman el inevitable paso del tiempo, secretos que habrían cambiado el mundo de muchas personas, palabras que por suerte quedaron inmortalizadas en improvisados trocitos de papel, decisiones que en su día atormentaron este ego, y una serie de "objetos" que en su momento decidí guardar como pequeños tesoros.
Pero sobretodo, hojas y hojas y más hojas arrancadas, escritas compulsivamente por el anhelo de saber ( y tener ) propio y típico de una adolescente como fui yo, y que ya por aquel entonces apuntaban hacia mi persona actual.

Recuerdos, al fin y al cabo, que desde hacia mucho tiempo no había vuelto a tener entre mis manos, y que hoy traen consigo la tranquilidad y la seguridad de que siempre, todo, acaba por pasar.

Nota: Comprar una caja de Pandora nueva y mas grande, donde seguir guardando partes de mi.