DEFECTOS DE UN EGO

No hay palabras para esto.
Al menos, no las encuentro.
Podría llenar una lista infinita con un sinfín de sentimientos fugaces y descompensados, podría nombrarte un interminable repertorio de momentos y recuerdos que me acompañan cada hora de cada día desde que te cruzaste conmigo, pero no logro encontrar palabras suficientes, ni coherentes, para poder hablar de esto..
Porque hay mas. Es mucho mas.

Tampoco se que hacer.
Donde se supone que debo meter esto, ahora.
No hay sitio para ti, ya te lo dije. Ni estoy preparada. Ni me lo puedo permitir. Ni lo quiero. Y mucho menos, lo necesito.
Pero da lo mismo. Por mas vueltas que le de, por mas puntos de vista que pruebo, por mas energía que le pongo, o mas resistencia que ofrezco, mas crece esta masa incontrolable de sensaciones, y mas se alargan sus efectos.
Cuanto mas intento deshacerme de ellos, mas horas pierdo, vacilante y sumida en una vertiginosa espiral de contradicciones.
Cuando consigo una escusa irrebatible para borrarte de mi cabeza, para sacarte de mi, me aferro obstinada al placer de pensar en ti.
Si decido retener cada uno de estos sentimientos, y guardarlos en algún hueco forzado, acaba por consumirme la vanidad de mi propio juicio, llegando siempre, a la misma perversa conclusión.

Eres mi mayor tentación, y el mejor de los pecados.
Eres mi perdición...