Dicen que lo único que realmente posee el ser humano a lo largo de toda su vida, es el instinto.
Todos nacemos con él, y es el único sentimiento que no se puede comprar ni vender.
Algunos lo llaman intuición, otros corazonada, pocos prefieren considerarlo un impulso, y la mayoría lo confunde con una necesidad.
Para mí, es pura rutina, un sexto sentido terriblemente agudizado, la voz de mi subconsciente, quien mantiene la cordura en mi mente, y fortalece mi corazón.
Me muevo por instinto, y por él, he aprendido a vivir. A satisfacer mis necesidades más básicas como animal, y las más extremas como hija, hermana, amiga y amante.
En estas fechas, cuando la cabeza se satura de lugares y momentos atrapados en el pasado, y el corazón late irregular, por ansia y temor, y el alma huye despavorida lejos de las mismas decepciones de cada Navidad, me toca aferrarme a él para sobrevivir a la nostalgia, a la melancolía, a las ausencias, a la hipocresía de estos días, y a una parte de mí, que se niega a perder la ilusión y la fe anclados en el recuerdo de un ayer mejor.
Así que, mientras empiezo con mi ritual de hibernación emocional, procuro rodearme de los míos con el instinto de dejarme querer.
Perbedaan Air Sadah dan Air Lunak
Hace 3 semanas
2 comentarios:
Vaya!
Me esperaba un vídeo de Instinto Básico o algo así! jajaja
Feliz hibernación.
SI quieres, ya sabes que puedes hibernar aki...
Publicar un comentario