DEFECTOS DE UN EGO

Imagina que tu vida es un puzzle.
Imagina que cada pieza de ese puzzle es un recuerdo, o una persona, un paso que diste hacia adelante, un error, una decisión, un adiós, un lugar, un momento,o una lección de tu pasado.
Cierra los ojos e imagina como ese centenar (si no mas) de asimétricas piezas forman tu vida. Y recuerda con orgullo cada momento que te sentaste a montarlas, o las horas que dedicaste a cada pieza nueva para encontrarle su lugar, ríete de las que hiciste encajar a la fuerza y de las que tuviste que recortar o no cabían, revive los días en que, observando el dichoso puzzle, te vencía la impaciencia de creer que nunca ibas a terminarlo, y presume de saber con una exactitud irrefutable donde va cada uno de esos trocitos de ti.

Desde mi punto de vista de aficionada media, creo que lo mejor de la vida de un puzzle es cuando llega el momento de colgarlo. De compartirlo.
Así que "cuelgalo".
Búscale una pared, la que mas te guste, y ponlo en ella.
Yo lo hice.
En cuanto lo solté de entre mis manos, empezaron a desprenderse partes de el, cayendo sobre mis propios pies, cada vez mas piezas, y cada vez mas deprisa. Se me inundaron las manos pretendiendo detener la fatalidad de la gravedad sin que hubiera nada que pudiera hacer para evitar tal caos.
Pero era mi vida, y no podia dejarla esparcida por el suelo.

Lo bueno de todo esto es que tengo todas las piezas y estoy dispuesta a montar de nuevo cada parte de mi viejo puzzle.
Lo malo, es que ahora, no encajan.