7:45 a. m.

Quimera.

Publicado por Ixabone |




No me queda otra que admitirlo. Por mucho que me pese o se ofenda mi estúpido orgullo.
Me ha vencido la realidad.
Y no hablo de evidencias. Sino de razones.
De esos pensamientos que te invaden cuando estas sola.
Hablo de esos sentimientos que nacen en tu interior cuando eres capaz de ser sincera contigo misma, y que a veces, dan puro pánico .
Es complicado explicarse. Sobretodo cuando manda el corazón. El muy canalla no da a razones, sino a sentidos.
Veintisiete años para descubrir que nunca se sabe nada del todo. Y que para cuando lo sabes, ese todo, vuelve a cambiar.
La vida es inestable, pero nos empeñamos en hacer de ella algo lógico y equilibrado. Supongo que por seguridad. Mejor dicho, por necesidad de sentirnos seguros
¿ Y cuando no hay nada que te de seguridad ?¿ Cuando no puedes confiar en nada para sentirte seguro?

El amor, demasiado volátil.
La familia, excesivamente complicada.
Los amigos, mejor sin abusar.
A veces me planteo, muy seriamente, si vale la pena seguir perdiendo el tiempo. Porque eso es lo que cuenta, ¿no?, el tiempo.
Hace tanto que dejo de pasar para mi el tiempo.
Cuando no hay medidas a las que ceñirse, no hay problemas que duren suficiente. Todo lo contrario.
Hasta la cosa mas básica, se vuelve algo irrepetible, único.
Una mirada. Un pensamiento. Una emoción. Una palabra.
Hasta un simple suspiro, es motivo de sobras para sentir alegría.
Porque de eso se trata, ¿no?, de sentir.
Hace tanto que deje de sentir.

Sin medidas de tiempo ni sentimientos que contar, creerás que no hay nada mas. No cometas ese error.
Incluso cuando estas muerto, eres algo.
Incluso cuando sabes que dos mas dos son cuatro, puedes comprender que también sean tres.
Pero esa es otra historia de la que tampoco aprenderemos nunca.
Porque el ser humano no es tan inteligente como se dice, te lo aseguro.
Si bien las mismas dudas se repiten generación tras generación, respuestas incompletas, sino banales, es lo único que heredamos.
Mi abuela decía que los humanos somos peces condenados a mordernos la cola.
Si estuviera aquí, también diría que me dejara de tonterías y cogiera el toro por los cuernos.
Mi profesora de historia diría que solo aprendemos de la historia que nunca aprendemos de la historia.
Si pudiera leer esto, me recordaría que el hombre es el único animal que tropieza, como mínimo, dos veces con la misma piedra.
Si fuera tan sencillo como tropezar. Si solo fuera cuestión de levantarse.
¿ Por que no quedarnos en el suelo?
Las cosas se ven mas de cerca. Mas cercanas.
Y la de cicatrices que nos ahorrábamos.
Para mi, eso es la vida. Te lanzas, tropiezas, te hieres, y cicatrizas. Una vez tras otra.
Cicatriz sobre cicatriz.
Lo curioso es que no es la herida lo que duele. Y lo que realmente perdura es el miedo a sentir de nuevo ese dolor.
"La letra con sangre entra" decía mi abuelo.
" Avi (abuelo), ¿por que en toda su historia el hombre ha sido incapaz de aprender a saltar ? " le preguntaría.

Pues, eterna, ignorante, patosa, y malherida, pretendo coger un toro sin cuernos.
Que estupidez mas insensata, o, que insensatez mas estúpida, pensaras.
Pero recuerda; el orden de los factores no altera el producto. Y un producto puede tener varios o múltiples factores. Que lo que importa es herirse, el como ya es otra historia a gusto de cada uno.
Y la manera de curarse, también.
"Mas vale prevenir, que curar" añadiría mi madre.
¿ Te cuento un secreto? He aprendido a saltar.
A saltar" pa´ lante", "pa´ tras", y "pa´ los laos" .
Porque lo importante es eso, ¿no?, aprender.
¿Te has preguntado alguna vez, que es lo que realmente se aprende de tropezar?. Yo si.
Y por eso, decidí dejar de morderme la cola, pero sin quitarle el ojo de encima.
Porque comprendí que solo necesitaba aprender de lo ocurrido que nunca nada ocurre ni dos veces ni de igual manera.
Que es tan importante no caer como saber levantarse.
Que incluso prevenir, tiene sus efectos secundarios.
Que da igual lo alto o lo lejos que consigas saltar, porque tarde o temprano te encontraras con un precipicio. Y solo al bajarlo, y volver a subirlo, podrás dejarlo atrás.
Que si te hieres, y sangras, y te duele, es porque estas vivo.

Al final de cada historia, bajo cada piedra, después de cada salto, en cada cornada, y siempre que te levantas, lo único que te queda es escribir una nueva historia, ver venir la próxima piedra, ajustar mejor tu salto, salir de delante del toro, y con suerte, prevenir la caída.
El lujo de sentir, vendrá con el tiempo.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

cada dia busquem algun motiu que ens ajudi a acabar el dia.I a l'endemà la recerca torna a començar.I és q l'únic q importa és l'ara, doncs el passat és una distorsió subjectiva i el futur una incertesa.

Marta B.

Ixabone dijo...

Exacte! ^^
Pero, cuan la subjectivitat del passat i la recerca constant per un present, comencen a confondres, en quina mena de futur pots confiar?
Petonarros guapisima!!

Anónimo dijo...

Jo crec que al final pensem massa en les coses, en el perquè, en el com... i això ens fa oblidar de l'essència de les coses...

Jo intento viure, sense més... I mentrestant, sento. Intento, també, no amagar els sentiments dolents, de rabia,tristesa, vergonya... perquè són els que despres ens faràn valorar més els altres.

Els toros sempre ténen cuernos, i sinó el pilles per la cua i apa. No cal que siguem toreros, eh... això és el que ens fan creure, que hem de ser més forts, més valents, més decidits, més i més i més... No cal. Només hem de ser el que som... (en versió millorada, clar)

petonarros,rubia. (Y.)

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